Finalmente el calor del pecho de su amante acarició sin piedad su espalda desnuda.
Minutos antes se había imaginado cómo sucedería, planificando hasta
el último detalle. No, esta vez no se declararía perdedora en su juego,
no se entregaría sin más al estremecimiento que producía aquel soplo
abrasador sobre su nuca y cuando él la mordió el hombro anunciando el
filtro, el veneno que la haría arder en sus entrañas, se rebeló ante su
propio deseo.
Combatiendo con fuerza, consiguió girarse y situarse de cara a su
contrincante, mostrando su frente erguido. A pesar de la provocación que
aquel cuerpo la inspiraba, intentó que su mirada no revelara la oscura
pretensión que albergaba en su interior y con un beso líquido, casi
mortal, consiguió distraerle el tiempo necesario para imponerse y
hacerle caer sobre la cama.
Solo dispondría de unos segundos antes de que él descubriera sus
planes, así que poniendo fin a aquel bocado voraz, sus labios,
impregnados de lujuria, comenzaron a deslizarse sobre el cuello de su
oponente al tiempo que, alzándose ligeramente, comenzó a marcar la
distancia entre los dos, el espacio necesario para que al resbalar sobre
su torso, él pudiera sentir sobre su piel el sutil, el leve y
endiablado roce de sus pechos.
Percibió la voluntad de sus manos calientes queriendo acariciarlos,
anhelando atraparlos, pero con brusquedad las apartó y descendió aún más
lascivamente, mostrando que esta vez sería su lengua la que le
venciera, perdiéndose en su vientre, buscando los recovecos de su placer
hasta llegar a su sexo y convertirlo en prisionero.
Tan solo se detuvo un segundo para apartar su cabello y recrearse
contemplando su rostro percibiendo en los ojos de su enemigo que, sin
duda, ella le derrotaría con su fuerza para matarle de placer.
En el goce de aquel momento su cara dibujó la malicia y el orgullo al
tiempo que su boca comenzaba a acercarse amenazando aún más aquel
instante. Sintiendo su contracción, al empuñar firmemente con una mano
el cetro, el báculo carnal, sin ningún tipo de piedad le entregó su
aliento y le cubrió con su humedad.
Le oyó gemir y se declaró vencedora, mientras notaba como su piel se
erizaba con dolor y otra humedad comenzaba a luchar entre sus piernas,
la suya propia. No, no pudo evitarlo y llenando su boca una y otra vez,
saboreando su dulce victoria, oyéndole, escuchando su respiración
entrecortada, se sintió aún más excitada. No habría pudor y sabiendo que
él la observaba, que era imposible que apartara su mirada, sin detener
su hazaña, descendió su mano lentamente hasta llegar a su propio sexo,
demorándose en la entrada, dilatando con caricias aquel suplicio para el
deleite de ambos.
Se masturbó mientras le sentía palpitando, latiendo enteramente entre
sus labios, dándose por fin cuenta de que aquella batalla también la
había perdido y cuando él consiguió liberarse y atraerla hacia sí,
agarrándola violentamente por la cintura. para penetrarla de nuevo, ella
esbozó una sonrisa.
“Quizás perder no era tan malo…”
Como Pablo Tusset en su libro "en el nombre del cerdo" este blog tratara un mundo de dualidades entre infiernos y paraisos, entre el amor y la muerte, entre el bien y el mal, vistos con amabilidad, con perspicacia y con un toque de humor! asique demosle un nuevo enfoque a la realidad y a disfrutar chicas! ¡una visión diferente para un pensamiento diferente!
jueves, 16 de agosto de 2012
en busca de la tierra prometida
Mirarla a los ojos, acariciarle el pelo y sonreír.. sonreir de la
forma mas estupida en que lo puedes hacer... susurrarle al oido todo lo
que ella quiere oir, besarla y hacerla sentir especial, como si no
hubiera en el mundo ninguna como ella... mentir?? eso no es mentir.. es
hacer una obra social... dar amor desinteresado acambio de un cachito
del corazon de tu victima... victima??? yo no prometi nada y no dije que
fueras la unica, aunq si que te hice sentir unica.
Llamadas desinteresadas para matar el tiempo, palabrass vacias llenas de cuchillos, que no se clavan pero que se hunden en lo mas profundo de tu ser, matando aquellos sueños de princesas y principes que nos permitimos tener despiertas... princesas trashumantes en busca de sus principes que se convirtieron en dragones...
¿Cuando tendremos en valor de admitir la verdadera naturaleza que nos invade... dejar volar a los ogros, duendes y dragones, y convertirnos en ninfas de nuestra propia vida?
Convertiros en dríadas , en nereidas, en ninfas.....
Llamadas desinteresadas para matar el tiempo, palabrass vacias llenas de cuchillos, que no se clavan pero que se hunden en lo mas profundo de tu ser, matando aquellos sueños de princesas y principes que nos permitimos tener despiertas... princesas trashumantes en busca de sus principes que se convirtieron en dragones...
¿Cuando tendremos en valor de admitir la verdadera naturaleza que nos invade... dejar volar a los ogros, duendes y dragones, y convertirnos en ninfas de nuestra propia vida?
Convertiros en dríadas , en nereidas, en ninfas.....
Suscribirse a:
Entradas (Atom)